La oca de los huevos de oro








[Esopo] - La oca de los huevos de oro -
Hermes, venerado de forma fuera de lo común por un hombre, le recompensó con una oca que ponía huevos de oro. Como no tuvo paciencia para sacarle el provecho poco a poco y creyó que la oca por dentro era enteramente de oro, sin esperar a más, la sacrificó. Y pasó que no sólo se equivocó en lo que pensaba, sino que también se quedó sin huevos, pues por dentro era toda de carne.

De igual modo, en muchas ocasiones los ambiciosos, por su ansia de mayores beneficios, pierden incluso lo que tienen entre manos.






[Babrio] - La gallina de los huevos de oro -
Una buena gallina ponía huevos de oro y su dueño pensó que dentro de ella encontraría una masa de oro que la empreñaba. Y así la sacrificó y descubrió que era igual que todas por dentro.

Esperando conseguir una gran riqueza y apresurándose a ello se vió privado de las pequeñas ganancias.